La  historia de Five Guys comienza en el año 1986, en el estado de Virginia, cuando Janie y Jerry Murrel (padres de 5 hijos) aconsejan a sus hijos acudir a la universidad o bien montar un negocio familiar. Estos deciden montar un negocio familiar bajo el nombre de los 5 hermanos en el que cada uno de ellos tiene una función concreta. Matt y Jim supervisan el trabajo en las tiendas, Chad se encarga de la formación, Ben selecciona a los franquiciados y Tyler controla la producción del pan.

La decoración de Five Guys se caracteriza por sus azulejos rojos y blancos, reseñas de periódicos en las que hablan sobre ellos y carteles en los que se cuenta su filosofía de trabajo.

La oferta gastronómica se centra en: hamburguesas, perritos, sándwiches, patatas y batidos.

Las hamburguesas de Five Guys se distinguen del resto de sus competidores de fast food por el hecho de usar productos frescos. Ellos mismos diariamente pican la carne y conforman los filetes de 102 gramos procedentes de vacas irlandesas. También lavan y trocean las verduras que se servirán durante el día. Tienen como premisa no usar congeladores ni microondas.

Se trata de hamburguesas clásicas (bacon o bacon con queso) a las que les podéis añadir hasta 15 toppings diferentes por el mismo precio (lechuga, pepinillos, cebolla, jalapeños, champiñones, tomate, salsa steak, salsa barbacoa...).  Las hamburguesas se sirve en dos tamaños: normal o doble.


La hamburguesa viene envuelta en papel de aluminio y, la verdad, al desenvolverla no tiene una apariencia espectacular. Nos encantaron ciertos detalles de este fast food como son: el queso cheddar sabroso y adecuadamente fundido, el bacon extremadamente crujiente y el pan ligeramente tostado. La hamburguesa en conjunto resulta agradable al paladar aunque esta se ve lastrada por una carne simple y excesivamente cocinada.
Sin lugar a dudas, lo que nos encandiló de Five Guys fueron sus patatas cajún y sus batidos.

Las patatas se fríen en aceite de cacahuete. Los cacahuetes son una de las señas de identidad de esta empresa y podéis comer cuántos queráis mientras esperáis vuestro pedido. Las patatas están crujientes por fuera y tiernas en su interior. el toque de especias cajún las hace irresistibles.

Los batidos son auténticos americanos y están riquísimos. Tienen una gran variedad (plátano, café, cereza, fresa, chocolate...) y se pueden mezclar sabores. Incluso le podéis añadir pedazos de bacon y os recomendamos hacerlo con el batido de vainilla. Otra de las opciones más recomendables es el batido de caramelo salado y mantequilla de cacahuete.

Además, en ambos locales disponen de máquinas Coca-Cola Freestyle con las que podréis personalizar vuestro refresco con alrededor de 100 combinaciones diferentes.

En Five Guys se nota que disfrutan con su trabajo y esto lo pudimos percibir en la sonrisa y amabilidad en el trato de su personal, a pesar de la avalancha de gente que había en el día de su apertura. Además, queríamos reseñar la excelente organización de trabajo y la rapidez en la entrega del pedido.

En resumen, Five Guys nos ofrece hamburguesas clásicas y sin pretensiones en plena Gran Vía de Madrid con productos frescos y de calidad, precio ligeramente elevado y una atención formidable.