BAR CABRERA (PALMA):

El bar Cabrera es uno de los lugares más populares en Palma para saborear unos deliciosos pa amb oli. Este es un plato tradicional mallorquín  elaborado con rebanadas de pan payés sobre las que se restriega tomate de ramillete y unas pinceladas de aceite de oliva. En el bar Cabrera coronan los pa amb oli con embutido (jamón, camaiot, lomo embuchado, morcón, sobrasada...) o bien con productos ahumados (arenque, anchoas, boquerones...). El más soprendente es el de camaiot y es que del cerdo, nos gustan hasta los andares. Los pa amb oli se acompañan de aceitunas, hinojo marino y piparras.
Aparte de este típico plato ofrecen sugerentes platos del día a módico precio.

CA´N JOAN DE S´AIGO (PALMA):

Según nos comenta el camarero, la ensaimada con chocolate es un clásico. Dada en la época que realizamos la visita optamos por una ensaimada rellena con una estupenda nata. Otra excelente opción son sus ricos helados artesanales (almendra, albaricoque, avellana...) servidos en vaso de cristal. La oferta se completa con dulces (rubios, cuartos mallorquines, crespells...) y salados (coca de trempó, cocarrois...) típicos de la isla.

Como ya habréis intuido por su nombre,  la propuesta gastronómica de este restaurante está centrada en las hamburguesas. Estas son cocinadas a la parrilla y presentan ingeniosas y trabajadas combinaciones que os harán salivar con tan solo leer sus ingredientes. Algunos buenos ejemplos de lo que os estamos hablando son la ¡Ay Dios mío! (foie gras, pera, huevo, cebolla caramelizada y jugo de trufa), Un día de chimenea (pimientos a la parrilla, bacon, cheddar, guacamole, barbacoa y cebolla frita) y el corderito travieso (calabacín, chutney de anacardos, queso cottage de hierbas y chips de patatas). El único inconveniente de estas hamburguesas es que son demasiado altas y esto complica el hecho de comerlas con las manos.

ES CRUCE (VILLAFRANCA DE BONANY):

Camino de Manacor, Es Cruce se presenta como un lugar idóneo para hacer un alto en el camino y reponer energía con algunos de los platos más típicos del recetario mallorquín. Codorniz o conejo a la brasa, tumbet, frito mallorquín, caracoles, pa amb oli... y terminar con un gató de coca. Todo ello con precios muy ajustados, generosas raciones, y un servicio amable y rápido, a pesar de encontrarse hasta la bandera.

CA´N MOLINAS (VALLDEMOSSA):

Valldemossa bien merece un paseo a través de sus empedradas calles para grabar en la retina cada uno de sus idílicos rincones. Un precioso pueblo que también es conocido por la coca de patata. Un dulce típico que llevan elaborando en el horno de leña en Ca´n Molinas desde hace más de 90 años.

SA FÀBRICA (INCA):

El joven cocinero alemán Marcel Ress tras su paso por restaurantes de gran reputación (Simply Fosh, Kristall Restaurant, Bachus Reads Hotel Relais & Chateaux...) y haber sido nombrado ganador del concurso televisivo Top Chef 3 ha decidido comenzar su andardura en solitario en busca de la tan preciada estrella que otorga la guía Michelin. Su proyecto nace en una antigua fábrica de textil en Inca con una ambientación en la que se ha hilado muy fino para conseguir una atmósfera muy agradable. Un restaurante de carácter informal, moderno, amplio y con una espectacular cocina vista dónde podrás ver la delicadeza y sutileza en el emplatado del gran Marcel. 

Marcel Ress persigue el objetivo de acercarse a un amplio abanico de público a través de una cocina tradicional con una puesta en escena vanguardista. Para ello cuentan con un menú del día con 3 platos (15€) y otro de mayor peso con 5 platos (25€). Además, tienen un extraordinario menú degustación en 5 con pasos por 35€ mediante el cuál pudimos saborear sugerentes platos como un rissoto de boletus con almendras y cerezas, cabezada de cerdo con pure de chirivía y un gazpacho de sandía con bulgur.

À TABLE (CALA D´OR):

À Table es el gallo gastronómico del lujoso puerto de Cala D´Or. Un pequeño rincón de cocina francesa con una cuidada carta de vinos franceses y españoles y un servicio muy personalizado. Este restaurante centra su propuesta gastronómica en un completo menú al precio de 28€. En el caso de caer en la tentación con algunas de sus sugerencias semanales el precio puede ascender de manera notable. Pero no os asustéis, ya que el menú base presenta una gran nivel y variedad en cada uno de sus apartados.
À Table es uno de esos sitios en los que empezaríamos el menú por el final y es que su coulant es de 10. Lo sirven recién horneado con un exterior de chocolate negro que da paso a un núcleo de chocolate blanco. Así es, tal y como os lo estoy contando, uno de esos postres que no se debe compartir, bajo ningún circunstancia. Tampoco debemos olvidarnos del guiso de la abuela (foie, boletus y huevos de codorniz). Una cazuelita con un guiso de gran cremosidad remosos y unos intensos sabores otoñales. Además, ofrecen un menú para vegetarianos.

Como colofón tienen el detalle de despedirte con un interesante destilado de romero o limoncello.

QUINCE (PUERTO DE MANACOR):

Decepcionados por el bajo nivel que muestra el servicio en la mayoría de los restaurantes turísticos en la isla, quedamos realmente perplejos con la fantástica atención recibida en Quince. Este restaurante cuenta con un servicio joven, eficaz y atento para ofrecer una cocina internacional con ciertos detalles a mejorar. En su carta podréis encontrar desde un ceviche de gamba hasta un solomillo de cerdo negro al estilo cubano, sin olvidarnos de su chuletón y lomo alto procedente de tierras gallegas.

Estamos absolutamente convencidos de que vamos a volver a Mallorca, por lo que esperamos vuestras recomendaciones para aumentar el listado anterior.