Cuando programamos nuestro viaje a Barcelona, el gran clásico de las hamburguesas "gourmet" estaba en mi mente. Después de una ardua tarea en busca de la mejor hamburguesa en esa ciudad, nos topamos con Bacoa y os anticipo que para nada nos defraudo. Bacoa cuenta con una decoración modernista y, al mismo tiempo, brinda un servicio acorde a las demandas actuales: una especie de "fast food plus". Os explico el por qué :  el pedido se hace en la barra y su lado positivo es que te lo sirven en la mesa,  por lo que puedes esperar la comida charlando relajadamente. En cuánto a la calidad de la hamburguesa, esta  se encuentra a años luz de los típicos "fast food " por todos conocidos. Todo ello a precios asequibles (el precio de las hamburguesas es de entorno a los 7 euros).

Su carta presenta  una amplia variedad,  en función del tipo de carne ( 100% ternera del norte, ternera ecológica de los pirineos, pollo, vegetariana o cordero D.O. Burgos). El tamaño de la hamburguesa para mi gusto es el óptimo (200 gramos),  ya que además todas ellas vienen acompañadas de cogollos de lechuga, tomate en rama, cebolla de Figueras y mayonesa casera"secreta". A todo esto,  debemos sumarle los ingredientes propios de cada especialidad de hamburguesa. A pesar de todo lo anterior, nosotros echamos de menos el acompañamiento de unas crujientes patatas fritas. Eso sí,  se pueden pedir aparte, como hicimos, degustando sus patatas con alioli de ajo asado, las cuales nos encantaron (un alioli con un suave sabor que no te juega malas pasadas). El mollete artesano se puede pedir de semillas de amapola o integral. La alta calidad de la materia prima y su elaboración en parrilla de carbón la hacen una hamburguesa inigualable. 

Una pena que solo pudiéramos degustar un par de ellas y las elegidas fueron la japonesa y la asturiana. En ambas optamos por la opción de ternera 100% y el pan de semillas de amapolas.

La más exótica conseguía transportarnos a oriente a través de su salsa" teriyaki" glaseada en la carne. Realmente deliciosa. Como consejo,  podéis añadirle "bacon" que marida perfectamente y no desentona en el sabor del conjunto.

La asturiana fue mi elección, como gran amante de los quesos que soy. Una buena cantidad de queso azul y cabrales cubría la  carne, lo que, unido a la cebolla caramelizada y a la mayonesa casera, la hacen realmente apetitosa.

Ofrecen la posibilidad de probar sus salsas caseras: la brava habitual , brava picante para los más atrevidos, vinagreta y "ketchup" dulce. Desde nuestro punto de vista estas salsas estropean el sabor de la carne, ya que lo enmascaran y esta pierde su particular sabor braseado.

En cuánto a los postres,  disponen de dos helados artesanos los cuáles nos pareció que tenían una calidad bastante por debajo del nivel del resto de la carta.

Si Barcelona nos cautivó, Bacoa nos enamoró. Cuando visitéis esta bella ciudad ya tenéis una manera de comer unas fantásticas hamburguesas a buen precio.

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